Los modernos vehículos están, parcialmente, equipados con componentes electrónicos muy complejos para los que se memorizan en la unidad de mando del motor datos de campo característico muy
particulares. Cuando un componente tal se cambia por uno nuevo, la unidad de mando del motor
debe “aprender” los correspondientes valores característicos. Si ello no tuviese lugar pueden aparecer reclamaciones típicas del cliente tales como “nuevo componente no funciona” o, por ejemplo, “ralentí
más acelerado después del montaje”.
Afectados por ello están, entre otros:
- Sensores de la masa de aire,
- Motores de paso a paso,
- Válvulas de mariposa,
- Reguladores de la carga en ralentí y
- Válvulas EGR eléctricas.
Por principio, al montar un nuevo componente sírvase observar:
- ¿Se requiere según la documentación de la marca del vehículo una adaptación?
- ¿Existe en el verificador del motor un punto de programa particular para este componente (por ejemplo, “Ajuste básico” o “Adaptación”)?
- ¿Existen “service informations” Pierburg especiales para este componente?