
El pistón
Como componente del motor de combustión, el pistón es responsable de transformar la energía liberada durante el proceso de combustión en trabajo mecánico y de transmitirlo como par de giro al cigüeñal a través del bulón del pistón y la biela.

Modo de funcionamiento
Con el motor en marcha, el pistón se desplaza de arriba a abajo en el cilindro. Este se frena en el punto de inversión y vuelve a acelerarse de forma explosiva. Así se generan fuerzas de inercia de masas que actúan en el pistón. Junto con las fuerza generadas por la presión del gas, estas generan fuerza de pistón que se transmite a la biela y al cigüeñal. Las bielas están en posición perpendicular exacta solo en el punto de inversión superior e inferior. Gracias a la inclinación de la biela, el pistón se presiona lateralmente contra la pared del cilindro. La altura de esta fuerza cambia varias veces su sentido durante el ciclo de trabajo: depende de la fuerza del pistón y del ángulo en el que se encuentren la cabeza del pistón y el eje de biela. Los pistones están equipados con segmentos de pistón. Hermetizan la cámara de combustión y de trabajo respecto del cárter del cigüeñal. Además, rascan el aceite de las paredes del cilindro y regulan así el consumo de aceite. Además, los segmentos de pistón tienen la tarea de derivar el calor que absorbe el pistón durante la combustión a la superficie de rodadura refrigerada del cilindro.